Cuando iba bajando sabía lo que me esperaba, la gruta era de dimensiones impresionantes, pero estaba tranquilo, algo que me causó sorpresa. A medida que me acercaba al interior el calor era más sofocante. De repente una carcajada suya y todo tembló, me estremeció. Al ver sus pies se podía intuir su envergadura, la cola se movía como con vida propia. Cuando tuve la visión completa de tal ser...no sabría describir la sensación. Sus ojos como el fuego, penetran en tu ser, como un ratón correteando por tu interior. Las orejas puntiagudas, enormes y esos dientes afilados, húmedos, como una sierra que corta el mármol.
- Te a merecido la pena??? me preguntó.
- si, por supuesto, - contesté con una seguridad para mi parecía quimera
- poco premio me parece
- te pedí que la pusieras en mi camino y mereció la pena
- tu alma me pertenece
- lo se!!!
En un giro brusco se plantó delante de mi cara antes de poder pestañear. Su saliva quemaba mi piel, su aliento era vapor de azufre.
Su lengua viperina reptaba por mi cuello.
Se alejó de mi con un gesto de desprecio y chilló
- Nooooooo, - la estructura comenzó a temblar, mi miedo fue en aumento
-no puede ser, me alimento de vuestro corazón y el tuyo no lo puedo poseer
- le pertenece a ella, - afirme
- tu condena será eterna
- mi amor por ella sera lo único eterno.
Abrió la boca y se lanzó hacia mi....
Desperté, ni siquiera sabía donde estaba. Aturdido, me salió una sonrisa... Me vino tu cara a la mente.
Ha sido sólo una pesadilla... Pero ese olor, ese olor... Azufre!!!
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